Volvemos con
plato SNB: sencillo, nutritivo y
barato. Y muy vistoso en el plato, con esos colores de la salsa y el estragón.
Y además ligero: las alitas de pollo pueden, y deben, limpiarse de la grasa si
quitamos la piel, cosa mucho más sencilla de lo que parece aunque un tanto
laboriosa, pero merece la pena ya que de esa forma conseguimos una preparación
mucho más sana. Por su parte, la salsa que acompaña a esta receta es poco más que una crema de
verduras aromatizada con cilantro. El único peligro del resultado es que realmente
queda de toma pan y moja, así que no se olvide de un buen pan de pueblo, y ya verá como sus comensales
se lo agradecen.
Ingredientes
para cuatro personas
24 alitas de pollo
Dos
zanahorias
Dos
cebolletas
Un pimiento
rojo mediano
Dos tomates
maduros
Una patata
Dos dientes
de ajo
Un vaso de
vino blanco
Un vaso de caldo
de pollo
Un manojillo
de cilantro
Sal
Pimienta
- Quitamos la piel de las alitas con cuidado de no llevarnos un dedo por delante: use un cuchillo bien afilado y mucha paciencia. (Esta operación es opcional.) Salpimentamos y reservamos.
- Lavamos y pelamos todas las verduras, las cortamos en juliana fina y las ponemos en una fuente honda apta para el horno. Salamos ligeramente.
- Colocamos las alitas de pollo sobre este lecho de verduras, regamos con el vino y el caldo de pollo y llevamos al horno que tendremos precalentado a 180º. Como de costumbre, el tiempo de cocción de penderá de cada horno, pero calcule entre cuarenta y cinco minutos y una hora, dando vuelta a las alitas de vez en cuando.
- Apartamos las alitas, que reservaremos al calor, y trituramos las verduras, junto con el cilantro picado, hasta conseguir una crema suave. Pasamos por el chino o por un colador y agregamos algo de caldo, según la consistencia que deseemos para nuestra salsa.
- Emplatamos poniendo en el fondo del plato unas cucharadas de salsa, sobre ella las alitas y decoramos con unas hojas de cilantro.