26 de mayo de 2014

Tortilla de cebolla y calabacín

La tortilla es uno de los inventos más resultones en la cocina. No sólo es sencilla de preparar, rica al paladar y además nutritiva, sino que permite todas las variaciones que la iniciativa del cocinero (o del cocinillas) sea capaz de inventar. Sólo hay que tener cuidado, claro, para que los ingredientes no chirríen al unirlos. Pero solventado eso, casi todo vale: verduras, marisco, hierbas y especias, y las mezclas de todo ello que se nos ocurran. Así que vamos hoy con una en la que la mezcla de cebollas se alía perfectamente con el calabacín para darnos una tortilla jugosa en la que el toque avellanado del sésamo da el punto especial.

Ingredientes
Cuatro huevos
Un calabacín grandecito
Dos - tres  chalotas
Una cebolla roja
Una cebolla blanca
Una cucharada de semillas tostadas de sésamo
Sal
Aceite de oliva

  • Pelamos las cebollas, las cortamos en juliana y las pochamos en una sartén honda, con un chorro de aceite y un poco de sal, a fuego suave sin dejar que cojan color. Cuando estén transparentes retiramos el exceso de aceite y reservamos. Deben quedar bien escurridas. Reservamos también una cucharada del aceite.
  • Mientras se hacen las cebollas, lavamos el calabacín, le cortamos en rodajas finas y le hervimos al vapor durante tres minutos. Reservamos.
  • Molemos las semillas de sésamo con molinillo de café o en un mortero. Reservamos.
  • Batimos los huevos con un poco de sal, añadimos las semillas de sésamo, las cebollas pochadas y el calabacín y mezclamos bien. Dejamos reposar unos minutos.
  • Cuajamos,  a fuego suave y cuidando que no se queme, en la misma sartén donde hemos pochado las cebollas, con un hilo del aceite que habíamos reservado.
  • Damos la vuelta a la tortilla y repetimos la operación.
  • Podemos servir acompañada de unas rodajas de tomate o una ensalada verde.