5 de mayo de 2014

Guisantes con butifarra y ajos tiernos

En un reciente viaje a Barcelona, leí en la prensa (no recuerdo si en La Vanguardia o en El Periódico) una de esas multi-entrevistas en las que, en este caso, a varios chefs les hacían una batería de preguntas, todas iguales para todos. En una de las preguntas les pedían que eligieran un plato de temporada. La senyora Ruscalleda propuso algo tan sugerente como unos guisantes (del Maresme, puntualizó) salteados con ajos tiernos y butifarra. La idea me gustó tanto que en cuanto he vuelto a casa he preparado esta receta. No sé si los guisantes eran del Maresme, pero sí eran frescos y tiernos, y los ajetes estaban en su punto. Los catalanes acostumbran a utilizar la butifarra negra para cocinar, y aunque la gran Carme Ruscalleda no lo especificaba, o yo no lo recuerdo, he preferido usar butifarra blanca por la simple razón de que a mí me gusta más. Tampoco decía cómo prepararlos, así que los he hecho con total libertad y a mi manera. En todo caso, el resultado es tan rico como el enunciado de la receta prometía, y tan sencillo de hacer que la recomiendo encarecidamente antes de que acabe la temporada del guisante. A menos que viváis cerca de San Pol de Mar y podáis permitiros el lujo de una comida en el restaurante Sant Pau, claro. Y un último apunte:  cuando los compremos, los guisantes, debemos cuidar que las vainas no tengas marcas y sean tersas y de un color verde brillante.

Ingredientes para cuatro personas
800 gr de guisantes frescos
Dos ramilletes de ajos tiernos
250 gr de butifarra blanca
Dos hojas de laurel
Dos dientes de ajo (opcional)
Sal
Aceite de oliva

  • Desgranamos los guisantes, pelamos y troceamos los ajos tiernos y los hervimos juntos, al vapor, durante no más de quince minutos.
  • Si decidimos usar los dientes de ajo, los pelamos y picamos muy fino, y mientras se cuecen los guisantes  los doramos en una sartén con un hilo de aceite. Retiramos y reservamos en cuanto comiencen a estar dorados.
  • Cortamos la butifarra en trozos de unos cuatro o cinco centímetros y los pasamos por la misma  sartén, sin añadir más aceite, hasta que la piel quede doradita.
  • En esa misma sartén salteamos unos minutos los guisantes y los ajos tiernos con las hojas de laurel, salamos al gusto y servimos enseguida con los ajos fritos por encima .