Esta receta
nació de un error de cálculo: hice bechamel para otra preparación, pero me pasé con las cantidades y cuando me
di cuenta tenía bechamel para invitar a todo el barrio. Claro, no era cosa de
tirar el sobrante, que era casi todo, así que, improvisando rápidamente, decidí
preparar unas croquetas. Problema adicional: no tenía previsto el relleno. Solución
sobre la marcha: añadir una picada de frutos secos que como me encantan siempre
tengo a mano. El resultado fue tan
satisfactorio que no me resisto a incluirlo aquí. Pueden utilizarse como
aperitivo, como entrante con una ensalada… o simplemente para disfrutar de su
sorprendente textura y su rico sabor. La
mezcla de frutos secos puede variarse al gusto de cada uno o a las existencias de que se disponga, pero no
deje de incluir las pipas de girasol: su toque
de sabor es lo que da carácter a estas croquetas.
Ingredientes
50 gr de mantequilla
Ingredientes
50 gr de mantequilla
2 cucharadas
de harina
250 ml de
leche
Una cebolla
1 cucharada
de nueces peladas
1 cucharada
de almendras
1 cucharada
de pistachos pelados
1 cucharada
de pipas de girasol
Nuez moscada
Pimienta
Pan rallado
Un huevo
Sal
Aceite de
oliva
- Picamos la cebolla en brunoise (juliana muy fina) y la pochamos con un poco de aceite de oliva y una pizca de sal, a fuego lento y sin dejar que tome color. Escurrimos y reservamos.
- Derretimos la mantequilla a fuego suave y cuando ya esté líquida añadimos la harina, removiendo para que quede bien mezclada. Cocinamos hasta conseguir una crema suelta, removiendo siempre. Agregamos la cebolla pochada y salpimentamos.
- Añadimos la leche templada según nos lo vaya pidiendo la mezcla, cuidando de remover bien para evitar grumos.
- Cuando ya se vaya despegando de la sartén agregamos los frutos secos picados, la nuez moscada al gusto, y mezclamos cuidadosamente. Seguimos removiendo hasta que la bechamel se despegue de la sartén, añadiendo algo más de leche si fuera necesario.
- Vertemos en una fuente y dejamos reposar como mínimo un par de horas. (Mejor de un día para otro.)
- Formamos las croquetas en forma de pequeñas bolitas, a modo de albóndigas, las pasamos por pan rallado, huevo batido y pan rallado de nuevo y las freímos en abundante aceite muy caliente con el fin de que nos queden crujientes por fuera pero cremosas por dentro.
- Escurrimos en papel absorbente y servimos.