7 de junio de 2012

Empanada de bacalao y cebolla confitada

Hoy os invito a preparar una rica empanada, fácil de hacer, (bueno, quizá un poco laboriosa, con esa cebolla confitada, pero queda tan rica que vale la pena,) sabrosa y suculenta. Todos los nutrientes del bacalao, que son muchos, (ver aquí,) junto con los de la cebolla que aporta potasio, calcio, fósforo, azufre, (lo que la confiere gran poder bactericida,) vitamina C y vitaminas B3 y B6, unido todo con la energía de los cereales de la masa, además del rico sabor de todos estos ingredientes, convierten esta empanada en un placer para el paladar y un buen refuerzo para la salud.


Ingredientes
Dos láminas de masa para empanadas
300 gr de bacalao desalado y desmigado            
1 kg y medio de cebollas
Un ramito de perejil
Un huevo
Aceite de oliva
Sal
Pimienta.

Si va utilizar masa ya preparada, comenzaremos confitando la cebolla, ya que es un proceso largo y un tanto monótono. Aquí tiene la receta para hacerla. Si va a usar masa hecha en casa, comience preparando la masa, (aquí tiene una forma de hacerla), y pase luego a confitar la cebolla. En cualquier caso, cuando ya esté la cebolla, escurrimos bien del aceite con ayuda de un colador, por ejemplo, y la reservamos. Desmigamos el bacalao, que habremos puesto a desalar con tiempo suficiente,  haciendo trozos grandecitos. Salpimentamos teniendo cuidado con la sal en función del grado de desalado del bacalao. Extendemos una de las láminas de masa  encima de un papel de horno y sobre ella esparcimos el perejil finamente picado, la cebolla y por fin el bacalao. Cubrimos con la otra lámina de masa y cerramos bien  los bordes.

Pintamos con el huevo batido, decoramos a nuestro gusto, hacemos un agujero como de un centímetro en el centro para que respire y la ponemos en el horno, previamente precalentado a 200º que bajaremos ahora a 180º y dejamos hacer hasta que la masa esté bien cocida  y haya tomado ese bonito y apetitoso tono dorado, normalmente 25 o 30 minutos, pero ya sabe: cada horno es un mundo, fíese del suyo. Sacamos entonces la empanada y la dejamos reposar sobre una rejilla para que suelte la humedad.