3 de abril de 2012

Torrijas


Así  como la Navidad está unida (gastronómicamente hablando, claro) al turrón, y pensar en el turrón es pensar en la Navidad, para mí la Semana Santa está unida a las torrijas, y pensar en torrijas es pensar en Semana Santa. (Y en la primavera, pero esa es otra historia.) Las torrijas son otro de esos geniales hallazgos de la cocina popular a la hora de aprovechar restos de otros ingredientes, en este caso de pan viejo. Que haya llegado hasta nuestros días desde como mínimo el siglo XV, cuando ya las cita Juan del  Encina, habla de su excelencia y sobre todo del arraigo entre los postres de temporada más populares. Como no podía ser menos tratándose de una receta tradicional, hay tantas formas de prepararlas como cocineros dispuestos a ello, aunque la fórmula más empleada es la conocida como-las-hacia-mi-madre, que es la que emplearemos aquí, así que vamos a ello.

Ingredientes (saldrán alrededor de diez)
Una barra de pan candeal del día anterior
500 cl de leche
125 gr de azúcar
Dos huevos
Una cucharada de las de café de canela molida
Miel al gusto
Aceite de oliva

Ponemos a calentar, pero sin que llegue a hervir, la leche con la canela y el azúcar, moviendo bien para que se disuelvan; cortamos el pan (mejor si se hace en sesgo, en diagonal, como se corta el salchichón) en rebanadas de un dedo de grueso, las colocamos en una fuente honda y vertemos sobre ellas la leche. Esperamos que se empapen  bien y las rebozamos en el huevo batido, friéndolas a continuación en una sartén  con el aceite muy caliente hasta que estén bien doraditas por ambos lados. Las sacamos, las escurrimos sobre papel absorbente y las vamos colocando en una fuente. Las rociamos con miel al gusto y esperamos que estén frías para servirlas.
Recuerde unos sencillos trucos: el pan, cuanto más viejo sea, mejor. Las rebanadas deben quedar bien empapadas de leche, pero no deshechas: mejor ir añadiendo más leche si quedan muy secas. Hay que freírlas en aceite bien caliente para que doren por fuera pero queden blandas por dentro. No sea tacaño con la miel.

2 comentarios:

  1. Le han quedado de maravilla. Toda una delicia de receta

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  2. Y digo yo con lo bueno que esta esto ¿ porque sólo las hacemos en Semana Santa? Enhorabuena te han quedado preciosas!

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