21 de diciembre de 2011

Tomates rellenos gratinados

Ya vimos las propiedades y características del tomate cuando lo hicimos en salsa, así que vamos a pasar directamente a la receta de hoy, otra de las muchas maneras de prepara este rico fruto. Las posibilidades del relleno son tantas como le dicte su imaginación, así que déjese llevar por la fantasía e invente sus propias mezclas. Recuerde, eso sí, que el resultado será más satisfactorio si elige ingredientes que combinen bien. En esta ocasión vamos a darle un toque fragante usando una hierba muy aromática cuyo sabor levemente picante  va muy bien con el gusto un tanto ácido del tomate: la albahaca. El gratinado final con queso emmental añade la nota suntuosa a una preparación muy fácil. Las cantidades están pensadas para cuatro tomates medianos, así que habrá que modificarlas si hacemos más (o menos.)

Ingredientes :
Cuatro tomates medianos
Un puerro
100 gr de panceta ahumada picada
Cuatro cucharadas de queso emmental rallado
Cuatro cucharadas de albahaca fresca picada
Pimienta
Sal
Aceite de oliva
Una pizca de azúcar

Lavamos bien los tomates y les cortamos la parte superior, vaciándoles con ayuda de una cuchara. Untamos el interior con aceite de oliva y salpimentamos. Reservamos. Troceamos la pulpa que hemos sacado de los tomates quitando las semillas si se quiere, e incluimos, sin la piel,  la de las tapas que hemos cortado.  Limpiamos y picamos en juliana fina el puerro que pondremos a pochar a fuego muy lento con un poco de aceite. Cuidado, que el puerro se hace enseguida. Cuando esté, agregamos  el tomate y dejamos rehogar unos cinco minutos añadiendo sal y una pizca de azúcar. Incorporamos la panceta bien picada y dejamos  otros cinco minutos, siempre a fuego bajo. Escurrimos bien con ayuda de un colador y reservamos. Ponemos los tomates en una fuente y los metemos al horno, previamente precalentado a 180º, durante unos diez minutos. Vigilamos que no queden muy blandos. Los sacamos y los rellenamos con la mezcla del puerro y  la panceta agregando la albahaca. No hay que apretar mucho el relleno. Acabamos cubriendo con el queso, volvemos a meter al horno y esperamos que funda. Gratinamos un momento y los servimos acompañados de una ensalada verde aliñada con un buen aceite de oliva virgen extra.