11 de octubre de 2011

Pina

La relación de Win Wenders con el mundo del espectáculo en vivo, con la música sobre todo, viene ya desde el inicio de su carrera como director (su primer largometraje, Verano en la ciudad de 1970, está dedicado al grupo The Kinks.) Ha dirigido también vídeos musicales como Night and Day con U2, grupo del que ha incluido canciones en algunas de su películas, como en Hasta el fin del mundo (1991), Tan lejos, tan cerca (1993)  o Llamando a las puertas del cielo (2005). En 1998 filmó Willie Nelson at Teatro, un corto con 10 canciones de Willie Nelson con la intervención entre otros de Emmylou Harris. Por no hablar de su más conocida obra en este género, Buena Vista Social Club, de 1999 o The Soul of a Men de 2005 protagonizada por Chris Thomas King, Keith B. Brown, y James Hughes, grandes intérpretes de blues.Y ya se habla de que junto con el director ruso Kirill Petrenko podrían encargarse de la puesta en escena de "El Anillo de los Nibelungos" en la edición de 2013 del prestigioso Festival de Bayreuth, en el que se celebra el 200 aniversario del nacimiento del compositor Richard Wagner... Así que no es de extrañar que acabara fijando su atención en la vida y la obra de uno de los personajes más carismáticos del mundo de la música en el teatro, la coreógrafa y bailarina Pina Bausch con la que además le unía una gran amistad.
Pese al título,  no es una película sobre Pina Bausch sino una antología de su coreografías (Café MüllerKontakthof, Le sacre du printemps o Volmont) punteadas por comentarios de los bailarines de su compañía. Y ya el propio Wenders avisa: no es una película sobre Pina Bausch, sino una película para Pina Bausch. Un homenaje, pues, y ahí está la primera pega que, desde el punto de vista de la concepción del guión se le puede poner a esta película: cae sin ningún pudor en la alabanza sin matices obviando posibles críticas y aspectos menos luminosos de su carácter (que me figuro que también los tendría...) Quizá por eso haya que mirar con un cierto escepticismo la inefable bondad del personaje, no dejarse llevar por el impacto emocional del buenismo que rezuma toda la obra, no dejarse deslumbrar por la palabrería de los vendedores de 3D y mirar la película como lo que es: una muy poco original manera de filmar el ballet, pese a las tan cacareadas tres dimensiones.
Wenders es uno de esos directores calificados (y clasificados) como muy personales por la crítica más pazguata y necesitada de estar no ya a la última sino a la próxima. En la práctica eso significa que Wenders es capaz de ir de lo sublime a lo grotesco con paradas intermedias en la mediocridad. Y esta es una de esas paradas. Porque Pina ni siquiera es una mala película, sólo es una adocenada muestra de todos los tópicos sobre la manera de filmar ballet y sobre lo que Pina Bausch entendía por teatro-danza (algo más cerca de la llamada expresión corporal, por ejemplo, que del baile). Y así, los árboles del panegírico casi no dejan ver el bosque de los errores en los que también cae Wenders cuando filma ballet: esa especie de síndrome del primer plano que le hace enseñarnos los rostros casi siempre tensos y contraídos por el esfuerzo, es decir, poco informativos de lo que el cuerpo está diciendo, verdadero protagonista, el cuerpo, del baile incluso (y yo diría que sobre todo) en la coreografías de Pina Bausch; uso y abuso de la grúa para mareo del espectador; uso y abuso de las angulaciones en diagonal que distorsionan la visión global del escenario e impiden hacerse una idea clara de lo que la coreografía quiere expresar, tomas parciales del cuerpo de baile que rompen la uniformidad de la escena... Claro que a veces en esa especie de ventana poblada por muñequitos estilo madelman, en la que el 3D convierte a la pantalla y a los actores-bailarines, aparecen imágenes de potente belleza; que Wenders de vez en cuando nos obsequia con un travelling de sabor clásico... pero poco más, como no sea el recorrido turístico en el monorail de Wuppertal... involuntaria metáfora, quizá, de la manera de mirar de Win Wenders: desde arriba. Lo cierto es que no he podido evitar salir del cine pensando que a quien Win Wenders homenajea en esta película es a sí mismo.
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Ficha:
Título original: Pina
Año de producción: 2011
Duración: 100 min.
País: Francia, Reino Unido, Alemania
Dirección: Wim Wenders
Guión: Wim Wenders
Música: Varios autores
Fotografía: Hélène Louvart
Reparto: Regina Advento, Malou Airaudo, 
                Ruth Amarante, Pina Bausch,  
                Rainer Behr, Andrey Berezin,  
                Damiano Ottavio Bigi, 
                Bénédicte Billet, Ales Cucek, 
                Clementine Deluy
Premios:
Género: Documental, Musical